Las zonas de las placas contiguas a
los límites, los bordes de placa, son las regiones de mayor actividad geológica
interna del planeta. En ellas se concentran:
- El vulcanismo:
La mayor parte del vulcanismo activo se produce en el eje de las dorsales,
en los límites divergentes, pero al ser submarino y de tipo fluidal, poco
violento, pasa muy desapercibido. Detrás vienen las regiones contiguas a
las fosas por el lado de la placa que no subduce.
- La orogénesis:
es decir, el levantamiento de montañas. La orogénesis acompaña a la
convergencia de placas, tanto donde hay subducción, donde se levantan
arcos volcánicos y cordilleras, como los Andes, ricas en volcanes; como en
los límites de colisión, donde el vulcanismo es escaso o ausente, pero la
sismicidad es particularmente intensa.
- La sismicidad:
Existen terremotos intraplaca, originados en fracturas en las regiones
centrales y generalmente estables de las placas; pero la inmensa mayoría
se producen en bordes de placa. Las circunstancias del clima y de la
historia han hecho concentrarse una buena parte de la población mundial en
las regiones más sísmicas de los continentes, las que forman los cinturones orogenéticos,
junto a límites convergentes. Algunos terremotos importantes, como el terremoto de
San Francisco de 1906, se
originan en límites de fricción. Los terremotos más importantes de las
dorsales son los que se producen en donde las fallas transformantes actúan
como límite entre placas
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